CAMINOS DE FE

¡Quiero, sé sano!

Pastor Orlando Season 2025 Episode 2

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Adentrate con el Pastor Orlando en una historia que se erige como un faro de esperanza y un testimonio del poder milagroso de la fe en Jesús. Entre un mar de seguidores, emerge una figura: un leproso que rompió las barreras para tocar lo divino contra todas las normas. ¿Qué hace la diferencia entre aquellos que siguen desde los márgenes y aquellos que, como el leproso, se abren camino al frente para reclamar su milagro? Da un paso más allá de la multitud, extiende la mano y experimenta el poder transformador de la fe, donde se despliegan misterios y comienza la sanidad que esperas para ti, para tu ser querido.

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Speaker 1:

Hay mucha gente que sigue a Jesús, pero la presencia de Dios, el poder de Dios, la manifestación de Dios en nuestra vida requiere que alguien se acerque a Él.

Speaker 1:

Jesús acababa de dar un famoso sermón llamado el sermón del monte. De hecho, si usted quiere ver el antecedente al final del capítulo 4 de Mateo, dice así Y se difundió su fama por toda Siria y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos. Son dos cosas diferentes los endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y los sanó. Note de qué Jesús sanaba a la gente, gente que tenía dolencia, afligidos por diversas enfermedades, tormentos, endemoniados, lunáticos y paralíticos. ¿cuántas cosas menciona ahí? Los números en la Biblia también tienen significado Uno dolencia afligidos, dos tormentos, tres endemoniados, 4 lunáticos, 5 y paralíticos. 6 es el número del hombre, el 6 es el número del hombre. Esto tiene significado. Esto lo que está diciendo es que no hay cosa en la raza humana que el Señor no pueda resolver.

Speaker 1:

Versículo 25 y le siguió mucha gente de Galilea, de Decapolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán. Otra vez Mateo nos está diciendo Jesús estaba cubriéndolo, todo Ok, de todos los lugares. Pero yo quiero que usted note dos cosas aquí en el versículo 24. Se difundió su fama. El versículo 24 se difundió su fama. La iglesia debe de difundir la fama del nombre de Jesús para sanar, no solamente para salvar. ¿verdad, esa es una. Pero el versículo 25 dice y le siguió mucha gente.

Speaker 1:

La gente que quiere recibir el poder de Dios en sus vidas, para sanar o para cualquier cosa salvar incluyendo tiene que seguir a Jesús. Entonces hay una colaboración aquí. Jesús está yendo hacia las personas y cuando él viene, las personas lo siguen. En el capítulo 5, 6 y 7, jesús entonces dejó de sanar a las personas y dio un sermón acerca de lo que es seguirlo a Él. ¿ok? Y luego, cuando terminó, en el capítulo 8, que es donde estamos para el mensaje de hoy, dice que cuando bajó del monte, ¿qué pasó? Cuando Jesús descendió del monte, le seguía a mucha gente Y es aquí, vino un leproso. Ahora, aquí está yendo, nos está llevando Mateo a un punto de inflexión, a un punto donde usted tiene que tomar una decisión. Cuando descendió, jesús del monte, le seguía a mucha gente, pero ¿quién vino donde él? Un leproso? Note que hay una especie de escalón. ¿ok? pero la presencia de Dios, el poder de Dios, la manifestación de Dios en nuestras vidas requiere que alguien se acerque a él. Déjeme mostrarle.

Speaker 1:

En el último versículo del capítulo 4, siga conmigo porque le estoy dando un punto le siguió mucha gente de todos los lugares. Dando un punto le siguió mucha gente de todos los lugares. En el capítulo 5, jesús vio a la multitud, subió al monte y vinieron a él sus discípulos. Había mucha gente siguiendo a Jesús, pero solamente sus discípulos subieron al monte con él. Note este mismo patrón de conducta en el capítulo 8.

Speaker 1:

En el capítulo 8 le está siguiendo mucha gente. En el capítulo 5, en el capítulo 4, le siguió a mucha gente. En el capítulo 5, los discípulos fueron donde él. En el capítulo 8, todavía le está siguiendo mucha gente, pero dice que fue un leproso que se le acercó y vino a él. Y aquí vino un leproso y se postró.

Speaker 1:

La mucha gente de Mateo 4 lo está siguiendo, pero no se está postrando. La mucha gente de Mateo 8 lo está siguiendo, pero solamente vino a él, el que verdaderamente se abrió camino entre la multitud y decidió postrarse delante de él. Él es el salvador, él es el sanador, él es tu única esperanza, él es el único camino, él es la única verdadera vida. Él es el único que puede dar paz. Él es el único que puede restaurar el matrimonio, la familia, los niños, las finanzas.

Speaker 1:

Dios está interesado en nosotros. Si usted quiere saber si Dios está interesado en su vida y que ya deje de ser un Dios abstracto, lo único que tiene que hacer es mirar a Jesús. Y lo que Jesús está haciendo es lo que Dios quiere hacer, porque él es la imagen misma de Dios, dice la Biblia Al final. Volvamos al capítulo 4, nota lo que está haciendo Jesús.

Speaker 1:

Y recorrió Jesús toda Galilea haciendo estas cosas enseñando, predicando el evangelio y sanando toda enfermedad. ¿cuál es tu enfermedad y cuál es tu dolencia? ¿Cuál es tu situación? Jesucristo vino para sanar toda enfermedad y toda dolencia, el 100% de las cosas que nos afligen. Jesucristo quiere tratarlas. Todo lo que es físico, jesús lo sana. Y todo lo que no es físico, también, jesús lo sana.

Speaker 1:

Si usted lo cree, entonces ya usted tiene fe para hacer lo que el leproso hizo. El leproso tenía una necesidad y no se conformó con estar en la iglesia entre la multitud. El leproso dijo de aquí yo no me voy hasta que Jesús me escuche y me toque. Y eso es algo que Dios llama a la gente a hacer, no solamente aquí hoy, sino en todos los días de nuestras vidas, cuando usted necesita algo, porque tiene una dolencia, algo que no es físico. Puede ser un pensamiento, emociones, traumas, lo que sea. Y cuando usted tenga algo físico, las dos Jesús la puede sanar, pero alguien tiene que ser un esa sanidad como la necesitó él. Las multitudes esperaron que Jesús diese el sermón del monte y bajase del monte para seguirlo.

Speaker 1:

Y ese leproso dice ahora es la mujer del flujo de sangre. Estaba prohibido por la ley a esa mujer, la podían matar. Estaba prohibido por la ley que una mujer con flujo de sangre estuviese en público. Esa mujer había gastado toda su fortuna en médicos. No la sanaron y se atrevió a perder la vergüenza de abrirse camino con su enfermedad, su dolor, su trauma, lo que tenía. Y se abrió camino entre la multitud hasta que lo tocó. Y cuando lo tocó, jesús dijo ¿Quién me ha tocado? Porque sentí que poder salió de mí. Yo quiero invitarle a usted, a que no sé cuál sea su dolencia, lo que no es físico o su enfermedad, a que usted se abra camino a través de este mensaje. Entonces este hombre perdió la vergüenza también, pero hizo algo muy hermoso, dice se postró ante él. Esa palabra postrarse simplemente significa que reconoció quien Jesús era.

Speaker 1:

Primeramente, ya ese leproso, con tanto tiempo, con su enfermedad, no podía perder tiempo. Él tuvo que tener esa fe de que verdaderamente a Cristo le importan nuestras vidas. A Cristo le importa tu dolor. A Cristo le importa cómo tú te sientes, cómo te han hecho sentir. A Cristo le importan los puertos en la vida, por lo que tú has estado hasta llegar a este lugar y los golpes que te han dado. A Jesús le importa porque esos golpes que la gente no ve, a veces dejan llagas y heridas en nuestras vidas que están invisibles, y a Jesús le importa. Esas son dolencias. Yo no sé qué clase de muerte tú has estado viviendo o qué clase de dolencia, cuánto tiempo has estado afectado o afectada por esa dolencia. Pero el leproso se abrió camino, dice.

Speaker 1:

Tuvo fe en Jesús, simplemente creyó que Jesús lo podía sanar. Número uno, dos vino a él Y tres habló. Este hombre tenía dolencias y enfermedad Al mismo tiempo. Este hombre estaba en una situación donde mucha gente se suicida nada más por eso, porque no hay esperanza. La ley no lo apoya, no tenía ayuda del gobierno, no tenía transporte, no vivía en el paso Texas.

Speaker 1:

Este hombre vivía entre los judíos, era un rechazo completamente total y solamente Dios lo podía ayudar. Y yo no sé si hay alguien que se ha sentido entre la espada y la pared. Señor, si quieres puedes limpiarme. Este hombre tenía tanta modestia. Fue educado el leproso. No te quiero molestar mucho. Si es tu voluntad y a veces los cristianos hacemos eso, señor, si es tu voluntad límpiame. Claro que es tu voluntad limpiarte. Dios no te creó para estar enfermo, dios te creó para estar sano.

Speaker 1:

Jesús extendió la mano óigame bien cuando usted se acerca a Jesús y se postre ante él y lo reconozca. Le dice yo necesito tu ayuda. El Señor no va a rechazarlo. El Señor va a extender su mano y le va a tocar y le dijo quiero se limpio. Y al instante su lepra desapareció. Wow, jesús le va a ordenar que siga el proceso de la ley, porque cuando el leproso era sanado tenía que ir al sacerdote y presentar ofrendas cosas de los judíos. Pero nos vamos a quedar ahí. Vino, se postró, habló y le pidió Qué hizo Jesús? Jesús extendió su mano, le tocó y le dijo se limpio. El leproso hizo tres cosas y Jesús le devolvió tres cosas.

Speaker 1:

Los números, otra vez, tienen significado en la palabra de Dios. Jesús es la voluntad de Dios en acción. Entonces podríamos hasta terminar con el mensaje aquí, porque está claro ven a Jesús con tu enfermedad Y yo sé que a veces, y es correcto hacerlo, porque vamos a leer en esta serie como la Biblia sí dice que los enfermos pueden ir a la iglesia y pedir oración por sanidad, pero este caso yo quiero fundamentarlo en Cristo, no en la iglesia. Jesús quiere sanarte de tus dolencias. Esas son las cosas que no se ven, que mucha gente no sabe, por las que tú estás pasando. Pero tú vas a tener que venir a Él, por ti mismo o por ti misma. Yo no te voy a llevar a Él. Tú tienes que hacerlo tú. Tú tienes que resolver eso tú. ¿cómo? Viniendo tú misma? ¿Por qué? O mismo, porque tienes acceso a Él. El Señor no dijo no, no, no, no te puedo tocar o no me toques, yo soy el hijo de Dios. Era un leproso, era la cosa más vergonzosa para un hombre en ese tiempo era tener lepra, y Jesús no los rechazó. ¿hay algún tipo de lepra en tu vida? ¿Que se manifiesta en algún tipo de dolencia que la gente no conoce? ¿Que, a través del tiempo, ya, tú debes de darte cuenta que no se va a resolver a menos que Jesús mismo te toque y sane ese problema?

Speaker 1:

Una de las razones por las que yo creo en la sanidad es porque yo soy un testimonio de sanidad y milagros En República Dominicana, en la clínica Abreu. Los que son dominicanos van a conocer esto. En la avenida Bolívar, allá en la capital, hay una clínica muy famosa. La clínica Abreu Está cerca de un parque llamado el Parque de Independencia. Está cerca de un parque llamado el Parque de Independencia Y en esa clínica a mí, me diagnosticaron con una falla renal.

Speaker 1:

Mis riñones fallaron. No me buscaron piedras, yo no tenía piedras. Mis riñones dejaban de funcionar. Esos años fueron años en los que yo, cuando me daba el dolor y vomitaba la bilis ¿sabe lo que es la bilis? Es un líquido amargo, amarillento, verde, que te sale desde ahí abajo. Es algo horrible pasarlo por la boca.

Speaker 1:

El dolor que me daba me hacía mi desear cortarme en mitad con un cuchillo. Muchas veces yo desee, en la casa de mi abuela, la pastora Esperanza López, tomar un cuchillo y cortarme por mitad porque no aguantaba el dolor. Luego colapsaba por un día completo, a veces más, porque mi cuerpo no aguantaba. El riñón se paraba de funcionar y esto era algo que era una sentencia de muerte. Por años yo estuve así, hijo y nieto de pastores.

Speaker 1:

Por supuesto íbamos a la iglesia todos los días, lunes a domingo. A veces yo me quedaba los lunes y este jovencito en la iglesia, con este dolor, no tenía esperanza. Yo sabía que iba a morir. Los doctores le dijeron a mi abuela no se puede. Mi abuela hacía de todo natural y los médicos para ver cómo yo podría ser librado de eso, pero no había. Esto era una enfermedad renal crónica. Cuando los riñones fallan no hay solución.

Speaker 1:

Servicio de la iglesia, cuando iba a un predicador, yo pasaba a buscar mi sanidad Y pasaba, y pasaba, y pasaba y nunca me di por vencido. Porque, jovencito, ¿quién se quiere morir a esa edad? Nadie, pero esto era una manera de yo ver dónde estaba el leproso. Estas son cosas que te afectan mentalmente, emocionalmente. Es más el efecto emocional interno de tú saber que te vas a morir a edad tan joven, viendo a tus amigos. Porque a todo esto además tenía reumatismo. Yo no podía.

Speaker 1:

Llegó un momento en que, para los que son dominicanos van a entender este lenguaje, yo no podía jugar la vitilla, el ponchao, béisbol, la plaquita. De momento, estas eran formas del famoso deporte de béisbol que se juega aquí en Estados Unidos, diferentes formas de esos juegos. Yo los jugaba y de momento, cuando el reumatismo comenzó a bloquearme la rodilla mientras yo corría, me caía porque mis rodillas se trababan, se cerraban. Tenía entonces reumatismo, mis riñones estaban fallando y entonces me diagnosticaron con hepatitis B. Mi vida no estaba bien.

Speaker 1:

El nieto de la pastora, esperanza López, y las oraciones venían y se iban, pero siempre que había un llamado al altar venían y se iban. Pero siempre que había un llamado al altar Orlandito como me decían a mí, ito, orlan Orlandito pasaba al altar a buscar sanidad y nunca pasaba nada. No-transcript. Una noche, en uno de esos servicios, hubo un predicador invitado en la iglesia de mi abuela en la calle Yolanda Guzmán 240, todavía esa iglesia existe, se llama Luz de la Esperanza, en honor a mi abuela, que cuando murió le pusieron su nombre. Había un predicador y yo también hice lo mismo que hacía y esta vez el predicador oró por mí.

Speaker 1:

Cuando yo estaba de camino a mi asiento, escuché la voz de Dios que me dijo ya te escuché, no ores más. Y esa palabra me llenó de fe. Fue como que había recibido la sanidad, pero todavía mis riñones colapsaban. Yo trabajaba en una tienda muy famosa llamada Plaza Lama en la Avenida Duarte. Mis jefes eran Pedro Juan Lama, marito Lama y Teófilo Lama y me querían mucho porque yo era un buen trabajador. Yo vendía electrodomésticos en esa tienda famosa.

Speaker 1:

Yo siempre digo y era un buen vendedor, trini, cuando entrabas ahí, vas a salir con un radio porque te lo iba a vender. Yo era un buen vendedor, dice en esos tiempos. Si usted no entraba a comprar, si usted entraba a comprar, le iban a vender. Los vendedores se tiraban encima de usted para venderle lo que querían, ¿verdad? Y esa familia me quería mucho y estaban preocupados por mí.

Speaker 1:

Se va a morir Orlando. Se va a morir Orlando. ¿cómo podemos ayudarlo? Me llevaban a la farmacia y esa familia fue muy bonita para mi vida, la familia Lama, don Mario Lama y su familia, y nada pasaba.

Speaker 1:

Cuando yo escuché a Dios hablarme esa noche, de momento fue como que llegó fe de que el milagro venía. Y no me acuerdo, para ser honesto, qué tiempo pasó hasta que fui a esa famosa cruzada con un evangelista llamado Carlos Barranco, que todavía está vivo. Si usted va y hace Google y pone Carlos Barranco, se va a encontrar con este predicador. Carlos Barranco estaba haciendo una campaña. Historia larga, corta.

Speaker 1:

Yo llegué del trabajo en Plaza Lama en carro público, había transporte público, voy ahí y entonces, de momento, carlos Barranco comenzó a colectar la ofrenda y esto es uno de los misterios que, para mi vida, nunca van a dejar de ser misterios. Y el Señor comenzó a decirme yo escuché la voz de Dios. Ya, yo era cristiano en este tiempo, por supuesto que me dijo dame lo que tienes en el bolsillo. Yo resistí, yo les he dado la historia a ustedes. Los jugueres, recolectando la ofrenda, me pasaban uno y otro hasta que de momento cedí a la voz de Dios y lo hice.

Speaker 1:

¿por qué Dios me pidió dinero? no, porque Dios necesita dinero, y ustedes saben que yo con el dinero no soy manipulador. Nosotros aquí ni siquiera hacemos llamados de ofrenda. Por una razón. Pero el Señor me pidió lo que tenía. ¿por qué? porque al hacerlo conectó mi fe con Dios. Dios me llamó la atención. Yo siempre tuve curiosidad de si Dios me sanó por el dinero. Claro que no. Dios me sanó por su amor.

Speaker 1:

Pero esa noche él captó mi atención para ponerme en la atmósfera de la cruzada y estar dentro del evento. Y fue así. Como pasó? Tan pronto esa ofrenda fue depositada, carlos Barranco hizo el llamado y dijo, y cito sus palabras todos los que tienen problemas renales hagan una fila en el frente.

Speaker 1:

Luego dijo yo no voy a tocar a nadie, simplemente voy a orar desde aquí. La plazoleta es una plataforma, abajo hay unas aguas donde la gente tira monedas y están los monumentos a los patrios de mi país. ¿verdad? Está ese monumento, estaba allá arriba, está alto. Dijo yo no voy a bajar, simplemente hagan una fila. Y yo pues corría a la fila y cuando llego no era ni el número uno ni el número dos.

Speaker 1:

Había tanta gente. Yo me imaginé que eran por lo menos 100 personas o más. Carlos entonces dice Barranco. El evangelista dice ponga la mano en la cintura de la persona que está enfrente y la persona que está atrás va a poner su mano en su cintura. Y yo voy a orar. Y como yo predico y testifico en mi libro, esa fue la oración más monótona, aburrida que yo nunca escuché.

Speaker 1:

Yo no sentí nada. No sopló ni el viento, ni un mosquito dominicano sopló sobre mis oídos, nada de eso. Y yo no sentí nada. El mensaje terminó y yo me fui a la casa. Pero esa noche, para probar como no sentí nada, yo le dije a mi abuela que quería comer al otro día, pollo con jugo de naranja.

Speaker 1:

En mi país hay un jugo llamado el jugo rica. Yo le dije quiero un jugo rica. Te acuerdas de los jugos ricas Super Lali? Ahí, al mediodía fui al trabajo, regresé a comer mi pollo con jugo rica. ¿qué pasaba con el pollo? Todo lo que era salado y lo que era cítrico, como el tomate, por ejemplo.

Speaker 1:

La comida dominicana la sazonan mucho, muy bien y yo no podía comer. La rechazaba Tan pronto lo comía. Vomitaba y colapsaba porque mis riñones no podían filtrar esas cosas. Y hasta el día de hoy yo comí pollo. Esta semana comí pollo.

Speaker 1:

Al final de año comí pollo Nunca, nunca en ningún examen médico en Estados Unidos. Yo llegué a Estados Unidos en el 94. Los doctores nunca han encontrado nada malo en mis riñones, ni una piedra, ni siquiera un soplo, ni siquiera la marca de ninguna cosa. Y yo no tengo ninguna enfermedad. Mi vida ha sido una vida sana.

Speaker 1:

Entonces, cuando la gente habla de que Dios no sana, hoy, pues se están encontrando con un muro de contención impenetrable. Porque Dios me sanó, se fue el reumatismo, la hepatitis y se fue la enfermedad de los riñones. Y gloria a Dios. Aquí estoy yo diciéndoles que Jesucristo sanó mi vida. Jesucristo sanó ayer, jesucristo sana hoy. Jesucristo sanó ayer, jesucristo sana hoy, jesucristo sana mañana.

Speaker 1:

Porque ahí lo dice, que Jesucristo sana toda enfermedad y toda dolencia¿ Cuántos dicen amén? Ese testimonio es una predicación del evangelio para mí, pero lo estoy haciendo para dar fe en esta serie de que Jesús le importa. Jesús le importa tanto tu vida que le voy a dar otro testimonio para cerrar y orar por ustedes. Cuando yo me convertí a Cristo, yo tenía un perrito, un puro, ¿cómo se dice eso en español? Puro, ¿verdad? Pero hay otra palabra peluche. Le decía a un perrito de peluche, ¿verdad? algo así, ajá, y entonces se llamaba Quickie y era mi perrito.

Speaker 1:

Óigame bien, esto es un hecho. Me acababa yo de convertir a Cristo. Mi sanidad de mi enfermedad aconteció un poco después, pero yo me acababa de convertir a Cristo y mi perrito a mí me importaba, era un amigo, para mí era hembra, pero Quickie, cada vez que yo llevaba del trabajo, ya estaba en la puerta esperándome. Sabía cuándo yo iba a llegar y de momento, acabando yo de convertirme, recuerdo que Quickie se enfermó. La llevé al veterinario y el veterinario me dijo Orlando, mejor llévatela para que muera contigo en vez de dejarla aquí. La dejé un día en el veterinario, en la calle 17, en el Ensancho Osama, y esa noche yo la fui a recoger. Llegué del trabajo y la llevé a casa y la puse en un escalón a recoger. Llegué del trabajo y la llevé a casa y la puse en un escalón. La casa donde nosotros vivíamos tiene dos pisos y hay un escalón en la parte de atrás, hacia la cocina. Puse a Quickie ahí y simplemente yo le pedí a Jesús que sanara a mi perrito, y para demostrarme que él cuidaba de mí y que a él le importa lo que a mí me importa, aunque sea un perrito, el Señor sanó a Quicky esa misma noche. Al otro día, cuando llegué del trabajo, quicky estaba jugando y correteando y Quicky vivió muchos años más antes de morir. Yo la dejé cuando salí de República Dominicana a Puerto Rico, que fue mi primera parada a San Juan, a San Tulce, Puerto Rico. No-transcript.

Speaker 1:

Y la palabra de Dios nos está dando un mensaje Dios cuida de su creación, pero lo más importante para Dios es usted y yo, porque Dios no murió por las aves, dios murió por ti. A Dios le importa, en otras palabras, lo que a ti te importa. Si a ti te importa tu negocio, a Dios le importa que vaya bien. Si a ti te importa tu gato, a Dios le importa que esté bien. A Dios le importa que vaya bien. Si a ti te importa tu gato, a Dios le importa que esté bien. Si a ti te importan tus finanzas, a Dios le importa que esté bien. Y si eres como el leproso, que le importa la lepra o tu dolencia, tu enfermedad, lo que sea que está pasando. Si a ti te importa, como el leproso, yo te invito a que vengas a Jesús y salgas de entre la multitud, te acerques a él y hables y le dices Señor, sáname, porque ya nos demostró, mateo, que él quiere sanarte Y yo estoy seguro que el Señor va a extender su mano y te va a tocar. Pero alguien tiene que salir de entre la multitud y venir a Jesús.

Speaker 1:

Yo creo en la sanidad porque yo fui sanado. Yo creo en la sanidad divina porque yo fui sanado. Yo creo que Jesús sana porque yo he visto a otras personas sanas. Yo vi personas caminar. Yo vi personas ver. Yo vi personas que no hablaban hablar.

Speaker 1:

En mis viajes en cuatro continentes en África, los milagros eran impresionantes. Yo veía gente caminar con muletas y sillas de ruedas soltas. Jesús sana hoy como sanó ayer. Yo creo en la sanidad porque Dios me sanó. Yo creo en la sanidad porque yo vi a Dios sanar a otros. Yo creo en la sanidad porque la Biblia dice que Jesús es un Cristo salvador y es un Cristo sanidad. Yo creo en la sanidad porque yo estoy seguro que si Dios quiso sanarme a mí, dios quiere sanarte a ti.

Speaker 1:

¿cuántos leprosos hay aquí o que están escuchando. Bueno, eso depende de usted. Si usted quiere estar entre la multitud o quiere sanar su vida a los pies de Jesús, entonces es simple El leproso se convierte en nuestro modelo en este primer episodio. El leproso se convierte en nuestro modelo. En este primer episodio, el leproso se convierte en nuestro modelo. Jesús lo vio, lo vio de entre la multitud. Este hombre se hizo distinguir. Este hombre se hizo distinguir. Este hombre se hizo distinguir.

Speaker 1:

Cuente que Jesús tenía discípulos y varios de ellos, incluyendo a Pedro, juan y Santiago, eran íntimos. Había que pasar por ellos. Cuando alguien quería hablar con Jesús, tenía que venir donde ese grupo Logró un leproso al que se le tenía prohibido estar entre la multitud. Es un misterio, pero lo logró. Y Mateo nos está diciendo cual sea la manera en la que tú quieres acercarte a Dios para ser sano y sana, hazlo, pero acércate y pídele al Señor que te sane. Yo lo voy a dejar ahí por hoy. Yo quiero hacer el llamado y vamos a continuar con esta serie. Yo les voy a enseñar lo que la Biblia dice acerca de la sanidad divina. Nos vamos a ir al antiguo hebreo para que vean la palabra Rafa. A veces llamamos a Dios Rafa, dios que sana. ¿qué significa esa palabra Y comenzar a entender todos estos misterios y secretos que la Biblia nos da acerca de que Dios desde el principio.

Speaker 1:

La primera sanidad de la Biblia está en el libro de Génesis una sanidad sobrenatural a alguien que ni siquiera creía en Dios, hecha por una persona que nunca fue un evangelista. La sanidad no es algo nuevo. Está en toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. La sanidad es una promesa, es un beneficio de la cruz. Alguien dice el frente de la cruz es el perdón de pecados, pero la espalda de la cruz es nuestra sanidad, porque Cristo fue castigado y mayugado de frente y detrás. La sangre de Cristo, su cuerpo, lo que nosotros conmemoramos hoy durante la Santa Cena. Todo eso viene con la promesa. Oiga bien, no es posible que Jesús salve si Jesús no sana, y no es posible que Jesús sane si Jesús no salva.

Speaker 1:

La salvación y la sanidad son un mismo paquete. Usted entra en la familia y tiene todas las promesas de Dios, sin ninguna calificación adicional. Cuando usted vino donde Cristo, que recibió salvación, simplemente venga donde Cristo para recibir su sanidad y su liberación. Yo creo que Dios quiere sanarnos. Yo quiero comenzar el año con este mensaje sobre la sanidad divina, para darle fe de que Dios quiere, le importa tu vida, no importa por lo que tú estés pasando. Amén, cierre sus ojos. Vamos a a meditar un poquito en esta palabra.