
HORIZONTES DE FE
Entra en un viaje transformador hacia la vida espiritual plena. Descubre verdades profundas y aplicables que darán nueva luz a tu caminar en Cristo, como dice Salmos 119:105, “Lámpara es an mis pies tu palabra.”
"Si tienes hambre de una fe auténtica que impacte cada aspecto de tu vida, acompáñame en este sendero donde la sabiduría bíblica se convierte en una guía viva y poderosa. Descubre un camino de crecimiento espiritual que no solo ilumina, sino que también transforma." Pastor Orlando.
Si estás en El Paso, te invitamos a unirte en persona con el Pastor Orlando cada domingo a la 1 pm en eGlesia Casa de Adoración, ubicada en 801 N. Mesa St. También puedes conectarte con nosotros en línea en https://pastororlando.org. Para más información, contáctanos al (915) 314-5050 o envíanos un correo a pastororlando@pastororlando.org.
HORIZONTES DE FE
Herencia de Fe: Madre que Marca
Envía un mensaje al Pastor Orlando
🌿 Una madre de rodillas hoy… es una generación de pie mañana.
En este mensaje conmovedor Mireya Terrero revela cómo la fe genuina y viva de una madre deja una marca eterna en sus hijos. Inspirado en la historia de Timoteo, influenciado por su abuela Loida y su madre Eunice, este episodio honra el poder silencioso, firme y transformador del legado maternal.🔥 Si eres madre, fuiste marcada por una, o anhelas dejar una huella eterna, este mensaje es para ti.
#HerenciaDeFe #DíaDeLasMadres #MadresCristianas #LegadoEspiritual #FeVerdadera #Biblia #Timoteo #Cristo #Familia #MujerDeFe
-Para oración o bienestar espiritual escriba a: pastororlando@pastororlando.org.
-En USA, llame al +1 915-314-5050.
-Hay mas recursos espirituales en: https://pastororlando.org.
-Visitanos en Casa de Adoración, 801 Mesa St. El Paso, TX. Domingos a la 1pm.
-Para sostener nuestro ministerio:
*Por Zelle: pastororlando@pastororlando.org
*Via CashApp: eglesia801
*En el Banco de America, Cuenta de Eglesia Casa de Adoración, Fe & Evangelización Incorporated.
*Cheques. Enviar a Eglesia Inc. P.O BOX 963533, El Paso TX 79928.
¿De quién aprendió esa fe? Timoteo? De su abuela y de su mamá. La fe no la vamos a pasar como los genes que la pasamos genéticamente? no, pero lo que él vio en su casa fue lo que él repitió. Pablo está recordando? dijo traigo a la memoria la fe no fingida que hay en ti. ¿en quién? En Timoteo, la cual habitó primero, en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. ¿de quién aprendió esa fe? Timoteo? De su abuela y de su mamá. La fe, no la vamos a pasar como los genes que la pasamos genéticamente? no, pero lo que él vio en su casa fue lo que él repitió. Entonces vemos que lo que nos, lo que nosotros podemos dejar muchas cosas importantes en esta tierra. Pero lo ayer estudias, se presentaba un examen para entrar a la secundaria y las escuelas eran escasas, no eran como hoy que va así un montonal de escuelas, ¿no? que había una escuela que estaba muy cerca de mi casa y era muy buena escuela y todos los del vecindario querían entrar a esa escuela.
Speaker 1:Y pues mi mamá ahí me apuntó y no te podías apuntar en tantas escuelas para hacer el examen. Y yo ya no sé si realmente no pasé el examen o yo no sé, pero vamos a pensar que no lo pasé, porque yo no recuerdo que fuera muy listilla en la escuela Y además tú estabas saliendo de la primaria y como que no tenías la conciencia de que tenías que entrar a otra escuela, uno, como que ajá o sea, no tenías conciencia. Y yo recuerdo que hice el examen y ya mi mamá, ya fuimos a ver las listas y por más que repasaba las listas, yo no veía mi nombre por ahí Y mi mamá, chanaca, te dije que te aprendieras el libro, que no sé cuántas preguntas que habían que aprenderse. Y pues mi mamá estaba bien preocupada porque ya las inscripciones habían cerrado Y no había escuela donde mi mamá fuera, donde le decía no hay lugar, no hay lugar, no hay lugar. Y dice mi mamá ¿y qué voy a hacer con esta niña? Y mi mamá recuerdo que me llevaban de la oreja ¿qué te dije? Pues, ya saben cómo eran las mamás de antes. Me dieron mi sacudidita y mi mamá, bien enojada y dice ay Dios mío.
Speaker 1:Y preocupada porque me habían pagado el curso para hacer el examen. Y yo no di una. Y me acuerdo que pues yo lloraba porque yo decía ay, al rato va a venir mi papá y me va a preguntar y decía me van a dar otra? y pues mi mamá lloraba y oraba porque estaba bien preocupada, porque qué iba a hacer conmigo? pero mi mamá estaba, yo recuerdo, porque, como niña o sea, yo estaba preocupada pero no hacía nada. Decía pues ya, otro año, ya me la libré, este año no voy a la escuela.
Speaker 1:Y recuerdo que mi mamá, ella estaba preocupadísima y se puso a orar toda la noche, como si la que no fuera a entrar a la escuela era ella, ¿no? Y recuerdo que mi mamá me dice ya, después ella me contó que dijo Señor, abre una puerta para esta niña? mira que no ha. Ya fui a varios lugares y no la quieren aceptar. Y entonces, en la mañana, ya temprano, llegó una persona y le habló a mi mamá. Oiga, ya apuntó a la niña en la escuela. No, pues, ya fui a tal escuela. Dijo mire, yo acabo de ir a tal escuela, ya hay lugares.
Speaker 1:Y el caso de mi mamá fue, y gracias a Dios me apuntó, pero mi mamá recibió el toquido de la puerta de esa persona como una respuesta de Dios por la oración. Entonces, en esas cosas tan triviales, yo siempre vi a mi mamá, ella siempre oraba, mi mamá y nosotras niñas llegamos primeramente a los caminos del Señor. Mi papá tardó mucho tiempo y mi mamá, desde que conoció a Dios, no paró de orar por mi papá, calabina de Ambrosio, y había unas monjas que salían ahí la madre Luna, la manestrella y la hermana no sé qué. Así nos había puesto mi papá. Ahí viene la hermana Luna, la hermana estrella y la hermana no sé qué, la hermana Sol. Y entonces, y mi mamá tardó 20 años en recibir esa respuesta, pero ella nunca desistió que Dios iba a hacer algo. Y así, como en esos casos, yo vi muchas cosas. Entonces eso es lo que vi de mi mamá. Entonces yo aprendí que la única respuesta que en el lugar donde tú vas a encontrar solución para cualquier situación está en Cristo. Él te acerca a las personas, él mueve las circunstancias para que aquello que tú estás necesitando suceda.
Speaker 1:Entonces vemos que la fe que fue heredada por la abuela y por la madre de Timoteo era una fe no fingida, porque muchos hoy en día nos podemos decir yo tengo una gran fe, ¿verdad? ¿Cuántos han escuchado usted? Yo tengo una gran fe y a veces puede ser una realidad, pero a veces nada más, es puro bluff. Para que en la predicación se escuche bien bonito, para que te animen. Pero en mi hogar cuando yo estoy pasando una prueba. Ahí es donde los que viven en mi hogar se van a dar cuenta si tengo fe o no.
Speaker 1:¿cuál es mi verdadero actuar? Yo aquí en la iglesia puedo predicar muy bonito, pero los que conocen mi realidad son mis hijos. A ellos no les puedo engañar. Yo puedo engañar a todos aquí en la iglesia, pero a mis hijos no. Yo puedo engañar a todos aquí en la iglesia, pero a mis hijos no. Es más.
Speaker 1:Hasta a veces nuestros propios hijos nos echan de cabeza cuando decimos mentiras, y más cuando los niños son chiquitos, ¿verdad? Porque a veces te llega a tocar a alguien y dices no le abras, en aquellos atentos. En México, pues todo uno abría la puerta y le decía, y más, si era el abonero y decía dile que no estoy. Y salía uno dice mi mamá que no está, ¿verdad. Y todas esas cosas quieras que no las vas enseñando, las vas enseñando y luego tus hijos hacen lo mismo. Entonces, así como heredamos cosas muy bonitas, también heredamos cosas que no son buenas. Pero con el favor de Dios, ojalá podamos heredar una fe no fingida a nuestros hijos. Que ese sea el deseo en nuestro corazón.
Speaker 1:Y vemos que en el libro de Hechos, capítulo 16, se habla que Eunice era una mujer judía y que ella estaba casada con un hombre griego, lo que implica que había dos tipos de pensamiento. Así que la vida de Eunice no fue fácil. Sin embargo, a pesar de que su esposo pensaba diferente, ella logró sembrar en su hijo cosas buenas Y vemos ¿te imaginas lo que significó para Eunice hacerlo, cuando en aquella época, la cultura era bien cerrada y el pensamiento de su esposo era totalmente a lo que ella creía? Y a veces nosotros podemos decir ay, es que no le puedo decir a mi hijo esto porque mi esposo le enseña otra cosa. No hay pretexto, ya que hay una mujer que lo logró hacer Y hizo un hombre tan importante que hoy estamos hablando de él. Estamos hablando de él. Entonces vemos que esta mujer tuvo la dedicación para dedicarle tiempo a la vida de su hijo.
Speaker 1:Sembró la palabra de Dios en él, así que nosotros no pensemos que solamente yo tengo que tener algún título, tengo que ser alguien importante en la iglesia para que yo pueda levantar algo importante en mi casa. Esta mujer no fue pastora, no fue líder, no fue nada de lo que hoy llamamos importante, pero ella crió bajo sus faldas, si usted quiere llamarle así, bajo su oración, bajo la dirección de Dios, un hombre importante que ocupa un lugar en la palabra de Dios. Nosotros no necesitamos plataformas, nosotros no necesitamos ser importantes en el sentido de ay, yo no tengo nombramiento de pastora, yo no tengo nombramiento de cualquier cosa que usted, apóstol, de lo que usted quiera, usted no necesita un nombramiento. Nosotros lo que necesitamos es la presencia de Dios en nuestras vidas para enseñarle a nuestros hijos, para que podamos influenciar en la vida de nuestros hijos.
Speaker 1:Entonces, el legado que Eunice hizo en la vida de Timoteo es un recordatorio poderoso que nosotros no necesitamos una plataforma para cambiar generaciones. Para cambiar generaciones, nosotros, lo que necesitamos es una vida llena del poder y de la presencia de Dios. La plataforma que, a lo mejor, nosotros estamos utilizando hoy día es la cocina de nuestra casa, es nuestra sala, es ese pequeño lugar íntimo donde tú platicas con tus hijos, donde tú te mueves con tus hijos y quizás digas ay, pero ya, mis hijos están grandes, a lo mejor vienen tus nietos. Tú no sabes lo que pueda en la plataforma que es tu casa, que Dios puede, abuela, no solo la mamá, también la abuela. Así que si tú dices ay, mis hijos están grandes, casa, ahí es donde vamos a transmitir la fe a nuestros hijos, dice la palabra del Señor, la cual habitó primeramente en Loida, la abuela, y también ahora en Eunice, su madre, y ella la transmitió a Timoteo. Así que la formación espiritual no comienza en la iglesia, la formación espiritual comienza en nuestras casas. La fe no se hereda de forma genética, pero sí se transmite por medio del testimonio y la instrucción.
Speaker 1:Por medio del testimonio y la instrucción, muchas veces, como madres primerizas son las que enseñamos a nuestros hijos a orar. Les enseñamos el primer versículo Cuando se van a dormir. Muchas de nosotras enseñamos su primer versículo para orar antes de dormir. Les enseñamos a cómo leer la Biblia, a cómo orar Hasta les decimos vas a poner las manitas, así vas a cerrar los ojos.
Speaker 1:Nosotras somos las que hacemos todo eso. Y es tan importante que nosotros enseñemos la palabra de Dios, ya sea a nuestros hijos o a nuestros nietos Y si tenemos hasta bisnietos, hasta ellos, transmitirles el conocimiento de la verdad de Cristo, porque tú no sabes la oportunidad que Dios te está dando para que la palabra de Dios sea sembrada. Tú no sabes, ese niño, lo que Dios puede hacer con él. Quizás en aquellos ayeres Timoteo hasta pudo haber sido un niño travieso como cualquier otro. Nadie se imaginó que ese niño que corría de un lado para el otro. Un día iba a estar su nombre ahí y íbamos a estar hablando de él.
Speaker 1:Dice Deuteronomio 6, 6 al 7. Deuteronomio 6, 6 y 7, deuteronomio 6, 6 y 7, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando en tu casa, ya andando por el camino, ya al acostarse y cuando se levante. Es decir todo el tiempo. Tú tienes que estar hablando a tus hijos, a tus nietos, compartiéndole lo que tú, con lo cual tú puedes marcar eternamente sus vidas La palabra de Dios.
Speaker 1:El legado que nosotros podemos dejar es un legado que va a impactar generaciones, que va a impactar generaciones. Lo hizo una abuela, luego lo hizo una madre, luego lo hizo un hijo, y ese hijo nos ha impactado a nosotros, así que lo que tú estés sembrando en aquello que Dios te dio, que es parte de tu casa, puede cambiar generaciones. Recuerda, vamos a enseñar una fe no fingida, vamos a enseñar aquello de lo que hemos aprendido en la Biblia. Que nuestros hijos también vean a nosotros hacerlo Para que se marque su vida. Porque si no hay muchos hoy día que no quieren nada con la iglesia, pero porque la iglesia se portó mal, no porque lo que vieron en su casa estuvo mal, por eso no quieren. Lo decepcionaron.
Speaker 1:Muchas veces suceden cosas en la iglesia, pero aún así dicen ay, esa iglesia. No lo digo porque yo tengo un hermano y pasó por una situación bien complicada en la iglesia y decía él mami, no quiero ir a esa iglesia, pero yo sé que Dios existe. Quizás no lo trataron bien en ese lugar, pero yo sé que Dios existe. Dijo voy a buscar otro lugar. Pero si en la casa ni siquiera estamos enseñando la palabra de Dios, que creen que van a querer?
Speaker 1:nuestros hijos Rechazan Hasta a veces dicen ay, mi mamá, mi papá, si supieran, allá está cante y cante aleluya, gloria a ti. Pero que lo vengan y lo vean acá, lo grosero que es, lo peleonera que es, ¿verdad? Entonces por eso a veces los hijos no quieren nada con el Señor, porque nos están viendo a nosotros. Entonces tenemos que enseñar una fe no fingida. No vamos a ser perfectas Y va a haber momentos en que también vamos a flaquear, pero que ellos siempre vean que, pese a toda situación, nosotros ahí estamos perseverando, buscando a Dios, aunque no seamos perfectos, ¿verdad? Y estemos seguros que el fruto espiritual de una madre a lo mejor no lo vas a ver de inmediato, pero va a permanecer y va a florecer.
Speaker 1:La fe de una madre puede cambiar el destino de una descendencia. Madre puede cambiar el destino de una descendencia Y si no recuerda usted a Ana, estuvo orando por un hijo. Y quién fue ese hijo? ¡Samuel? Y dígame usted si Samuel no cambió y fue importante dentro del reino de Dios Y empezó por una pequeña oración de una madre.
Speaker 1:Así que nuestra fe, nuestro deseo de agradar a Dios, no solamente impacta a nuestros hijos, impacta generaciones. Muchos de nosotros, nuestra mamá, conoció al Señor y por eso estamos aquí. Pero muchos de nosotros, nuestras abuelas, nuestras bisabuelas, y tenemos tres, cuatro generaciones atrás que conocieron de Dios y por eso estamos aquí. Y nosotros podemos ser la primera generación que está viniendo a Cristo, pero no va a ser la última que va a estar en mi casa, amén, porque nosotros tenemos la capacidad de cambiar generaciones. Así que todo lo que nosotros hemos hecho, todo lo que hemos sembrado, no es en vano.
Speaker 1:¿qué es fácil? No es fácil, no es fácil, y más cuando tenemos hijos en plena adolescencia. Hay muchas preguntas, hay muchos conflictos y yo que crezcan un poquito más. Ya, cuando crecen, queremos que otra vez vuelvan a ser chiquitos porque, como dicen, niños pequeños problemas, pequeños niños, grandes problemas, grandes momentos de dificultad. Recuerden que el único camino de la verdad es Cristo. Que eso se les pueda tatuar en su corazón. Y si sentimos que quizás no hemos hecho el trabajo que debiéramos hacer, por ignorancia, porque no lo supimos, dios puede restaurar y redimir aunque hayamos fallado, dice Joel 2.25,.
Speaker 1:Yo restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta. El Señor es capaz de restituir aquello que fue comido, que no hicimos, aquel trabajo, que no hicimos bien. Primeramente que nada. Tenemos que reconocer con humildad ante Dios que no lo hicimos bien. No nos vamos a justificar. Ya, no te justifiques, porque a veces nos traen. Es que lo hice así. No te justifiques. Lo hicimos mal, ya, no te justifiques. No perdamos el tiempo.
Speaker 1:Seamos como David que digamos contra ti he pecado y he hecho lo malo delante de tu rostro. Digámosle a Dios seamos sinceras, pidámosle perdón, primeramente a Dios, porque quizás no lo sabíamos, o a lo mejor lo sabíamos y no lo hicimos. Pidámosle perdón a Dios. Quizás tengo que decirle a mi hijo hijo, perdóname.
Speaker 1:La regué no te enseñé correctamente. A lo mejor, perdón por ignorancia. En lugar de llevarlo a Cristo, lo llevé con la bruja y le enseñé a que le leyeran las cartas por ignorancia. Porque yo recuerdo mi madre, cuando no conocía de Cristo, era de pasarme la rama porque yo era así como un hice delgadita, delgadita Y decía no, que a lo mejor te asustaron que no sé qué. Y ahí me veían que una señora me rociaba de agua, te escupía y te rameaba porque ella pensaba que a lo mejor esa era la solución.
Speaker 1:Pero cuando venimos a Cristo nos dimos cuenta que eso es una completa no tontería, eso es algo completamente anticristo, ¿verdad? Pero si tenemos que pedirle perdón a nuestros hijos, por ignorancia les enseñamos cosas que estaban mal, pues pidámosle perdón. Eso no nos va a quitar la autoridad, sino van a ver nuestro acto de humildad y honestidad, reconociendo que fallamos Y oremos porque Dios cambie y restaure todas las cosas que nosotros pudimos haber hecho mal Y volvamos a comenzar. no importa que nuestros hijos sean grandes. Digamos Señor, lo hice mal, pero ahora, con tu ayuda, con la ayuda de tu Espíritu Santo, voy a restituir lo que hice mal. A lo mejor, antes le enseñé que tenía que correr con la bruja, que tenía que correr con la, que leía las cartas por mi ignorancia, pero ahora le voy a enseñar que tiene que correr a Cristo.
Speaker 1:Enseñarle, ¿verdad? Nosotros vamos a sembrar la palabra de Dios, pero que esta va a llevar su tiempo y no va a volver vacía, porque la palabra de Dios nunca vuelve vacía. El que comienza la buena obra en vosotros la perfeccionará. Nosotros vamos a sembrar la palabra de Dios. Nosotros vamos a sembrar la palabra de Dios Y a los que están haciéndolo bien, pues sigamos haciéndolo mejor todavía.
Speaker 1:Como dice el Proverbios 22.6, instruya al niño en su camino y aun cuando fuere viejo, no se apartará. Así que en esta tarde yo quiero recordarte que el trabajo que nosotros hacemos como madres es un trabajo importante. Nunca te sientas menos, o es que yo nada más me sé Juan 3.16. No importa, enséñale aunque sea Juan 3.16. Ahorita recordaba a un hombre que llegó a allí, en cuaxacoalcos, donde yo soy, llegó a una, a una congregación, y siempre de esos hombres que andan pidiendo dinero y dicen no es que yo vengo de la iglesia de fulano, de tal y que no sé qué, pues, porque quiere que le den dinero, verdad? y este, y entonces le dijo un hermano, o sí, y de que vino allá en no sé qué lugar. Yo asistí a una iglesia, pero allá pasa mucho indocumentado. Pero sí, conozco de Cristo. Pero pues me quedé sin dinero y necesito una ayuda. Y pues vine aquí a la iglesia para que me apoyen, y le dice el hermano ¿y qué dice Juan 3.16? Y le dice no está muy bien, está muy bien, juan 3.16? Y le dice no está muy bien, está muy bien, ahorita, me acordé que, aunque usted nada más se sepa Juan 3.16, pero si es que se lo sepa, ¿verdad? Pero el trabajo que nosotros hacemos es un trabajo importante. Tú puedes ser la Loida o la Eunice que cambia una generación, y quiero decirte que nosotros no somos madres perfectas. Tenemos nuestras caídas, nuestros bajones, pero lo importante es que no nos separemos de Cristo. Y quiero cerrar esta pequeña charla, o esta pequeña reflexión, con una pequeña historia.
Speaker 1:Dice que un día una mujer se encontraba orando, se metió a su cuarto de oración. Imagínate que eres tú, ¿verdad? Te metes a tu cuarto de oración, allá lloras, reprendes, sales el diablo, lo pones debajo de tus pies, amarra, jact. Eres tú y encuentras a tu hijo o a tu nieto que tomó una olla, un plumón permanente de color verde y al gato para jugar. ¿verdad? problemas. Y así que la mujer, cuando sale de su lugar de oración, encuentra al gato perde fosforescente, las ollas en el suelo y las paredes decoradas¿. Cuánto han encontrado, verdad? sus casas decoradas Con lo que el niño llamó nuevos versículos bíblicos.
Speaker 1:Nuevos versículos bíblicos, ¿verdad? Cuando la mamá sale del cuarto y ve el desastre, solamente permanece en silencio. Y ese silencio el niño lo reconoce. Cuando la mamá no dice nada y solamente se lo queda, viendo Samuelito, supo que había problemas y corrió como si fueran las olimpiadas. ¿verdad? Salió corriendo desesperado, así, zapato ungido porque le atinó, aunque hizo una curva, pero le atinó.
Speaker 1:Dígame qué mamá hispana falla cuando tira la chancla. Entonces dice que ya más tarde, ya que habían llorado el niño, ya lo habían regañado. Tarde, ya que habían llorado el niño, ya lo habían regañado. Le dice el niño a su mamá. Ay, mami.
Speaker 1:Dice ¿cómo fue que hiciste eso, si venía saliendo de orar? y su mamá le responde con toda calma hijito, el Espíritu Santo guía mis pasos y también mi chancla, así que hermanas y también mi chancla, así que hermanas. Nosotros somos mamás como Loida y como Eunice. Entendemos la fe, pero también tenemos una vida cotidiana y nos pasan situaciones como a todo mundo. Así. No crean que Loida y Eunice vivían todo el tiempo en las nubes.
Speaker 1:No, quizás Timoteo hizo la misma travesura de la que estamos hablando. Pero tenemos que entender una cosa que, aunque no somos mujeres perfectas, que aunque tenemos costumbres como la carne, tiramos la carne. No sabemos ni por qué tenemos costumbres no adecuadas ni perfectas. Sí, somos instrumentos de Dios, somos instrumentos del cielo para formar hombres y mujeres que pueden trastornar este mundo. Así que te vuelvo y te repito no somos perfectas, tenemos todavía muchas.
Speaker 1:Usamos la chancla, ¿verdad? Y algunos psicólogos dicen que está mal, pero nosotros así aprendimos. Yo no te voy a decir si está bien o está mal. Yo lo que te voy a decir es que, aunque no seamos perfectas, el Dios perfecto, el Dios que todo lo puede, nos ha llamado con un propósito. Somos colaboradores de su reino Y en nuestra casa se están criando, ya sean nuestros hijos o nuestros nietos, pastores, apóstoles, profetas, maestros, misioneros que pueden causar una revolución a este mundo que tanto tiene necesidad de Cristo, este mundo que tanto tiene necesidad de Cristo.
Speaker 1:Así que tú siempre siembra la palabra en tus hijos, en tus nietos, pero que tu vida sea un testimonio de que Jesús es real, está vivo, que Jesús te ha llamado, a ti y a mí, para que seamos colaboradores de su obra. Hay cosas que el Señor Jesús no va a hacer, no porque Él no pueda hacerlas, sino porque ha decidido hacerlas a través de nosotros. Él no va a enseñar a los pastores, a los maestros. Dios los puede hacer desde cuando son grandes. Sí, lo puede hacer. Pero si nosotros colaboramos con Cristo, podemos empezarlos a formar desde que son niños.
Speaker 1:Y que esos pastores, esos futuros maestros, no tengan que pasar por un infierno porque no hubo nadie que les enseñara que la verdad y la vida se encuentra en nuestro Señor Jesucristo. Que no sean como aquel hombre que, cuando le preguntaron y cómo está o qué dice Juan 3, 16, ese hombre respondió ay dice que está bien, porque no sabía nada que nuestros nietos puedan decir. Respondió ay dice que está bien porque no sabía nada Que nuestros nietos puedan decir. Lo que dice Juan 3, 16. A ver ¿qué dice Juan 3, 16?. De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda. Que ellos puedan recibir esta verdad que el único que salva, que el único que cambia es el Hijo de Dios. El único Hijo de Dios, su único Hijo y su nombre es Jesucristo.